Psicólogos

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Una buena salud mental, nuestro mejor aliado

La salud mental es tan importante como la física, ya que ambos aspectos están relacionados con el bienestar general que sentimos. En el mundo actual, donde el estrés, la ansiedad y otras enfermedades mentales son cada vez más comunes, es muy importante contar con clínicas especializadas, como las psicológicas, para tratar estas patologías adecuadas y en un espacio seguro para el paciente.

¿Por qué es tan importante la salud mental?

La salud mental es esencial para nuestras emociones, pensamientos y acciones diarias. Gozar de una buena salud nos permite manejar el estrés de manera efectiva, nos ayuda a tomar decisiones sensatas en nuestro día a día, a mantener relaciones con los demás, y enfrentarnos los desafíos de la vida con resiliencia. Cuando descuidamos nuestra salud mental, esta puede tener un impacto malo en nuestras vidas. Los problemas de salud mental no solo afectan a la persona que los padece, sino que también repercuten sobre sus familiares y amigos.

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La estigmatización asociada con los trastornos mentales a menudo impide que las personas busquen ayuda. Sin embargo, estas clínicas ofrecen un espacio donde los pacientes pueden hablar abierta y sinceramente sobre sus problemas sin el miedo al juicio social. Esta aceptación y comprensión son esenciales para construir la confianza entre el paciente y el equipo médico, lo que a su vez facilita un progreso más efectivo en el tratamiento.

Por suerte, esta tendencia está cambiando positivamente y cada vez es más frecuente escuchar testimonios de gente que trata su salud mental con especialistas, y que aconseja a los demás que también lo hagan. La salud mental es cada día, no solo el 10 de octubre.

Podemos ayudarte con los siguientes tratamientos:

  • Trastorno bipolar: Conocida como la enfermedad maniacodepresiva, es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por cambios bruscos y repentinos del estado de ánimo, energía y actividad. El autocuidado es esencial en el trastorno bipolar, además del apoyo de la familia y amigos. Pedir ayuda hoy, mejor que mañana.

  • Depresión: La depresión es un enemigo silencioso, afectando el estado de ánimo y la motivación de las personas. Cada vez es más frecuente, y por suerte, el pedir ayuda también. Se manifiesta de diferentes maneras, pero algunos síntomas comunes son la sensación persistente de tristeza, pérdida de interés general, cambios en el apetito y el sueño, fatiga constante y pensamientos suicidas o autolesiones.

  • Ansiedad: En la era moderna cada vez es más frecuente sufrir trastornos de ansiedad, debido al ritmo de vida en el que vivimos. Estos trastornos van desde la ansiedad generalizada hasta ataques de pánico que te paralizan completamente, y afectan directamente la calidad de vida de las personas que lo sufren. Con el apoyo adecuado, es posible superar la ansiedad.

  • Trastorno obsesivo-compulsivo: El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un laberinto mental en el que los pensamientos intrusivos dan lugar a comportamientos repetitivos y “manías”. Estos pensamientos intrusivos pueden convertirse en la obsesión prioritaria de la persona, afectando a su vida diaria.

  • Trastorno de estrés postraumático: Es un problema mental que puede desarrollarse después de una experiencia traumática, como un robo con violencia, secuestros, accidentes, abusos, etc. Los síntomas que detectan este trastorno son flashbacks, pesadillas, hipervigilancia, evitación de situaciones relacionadas con el trauma, cambios en el estado de ánimo y problemas para dormir. La terapia de exposición ayuda mucho a las personas que lo sufren.

  • Trastorno por estrés agudo: Aunque es similar al trastorno de estrés postraumático, el trastorno por estrés agudo se desarrolla durante las primeras semanas después del trauma, y puede desencadenar una serie de síntomas intensos, como ansiedad y angustia emocional. Una intervención temprana de un especialista puede ayudar y frenar este trastorno, evitando que vaya a más con el paso del tiempo.

  • Somatización: Hace referencia a la conexión entre nuestras experiencias emocionales y nuestra salud física. Los conflictos emocionales que no hemos resuelto, el estrés crónico y la ansiedad pueden manifestarse con síntomas como el dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares o gastroenteritis. La terapia puede ayudar a las personas a comprender la conexión que existe entre sus emociones y los síntomas físicos que padece.

  • Disfunciones sexuales: Las disfunciones sexuales pueden ser causadas por factores físicos como enfermedades crónicas, trastornos hormonales o efectos secundarios de medicamentos. Este problema médico impide a los hombres mantener una erección firme para una actividad sexual satisfactoria, afectando la confianza en sí mismo, como en la relación de pareja. Por suerte, es más común de lo que se cree y hay muchos tratamientos que pueden acabar con el problema.

  • TDA: El trastorno por déficit de atención se manifiesta con la falta de atención, impulsos e hiperactividad en algunos casos. Estos síntomas pueden dificultar el rendimiento académico y la interacción social con otras personas. Este trastorno puede ocurrir tanto en niños, como en adultos, por lo que es muy importante detectarlo y corregirlo a tiempo.